martes, 29 de noviembre de 2016

PROYECTOS DEL MUNICIPIO DE CHIGORODÓ

El Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó y su estrategia de manejo del bosque y defensa del territorio

En el Pacífico Colombiano, el Cabildo Emberá de Chigorodó ha desarrollado un modelo propio de Aprovechamiento Forestal, brindando trabajo a sus comunidades. A su vez, responde a las amenazas de los cultivos ilícitos y los grupos armados por medio de hombres y mujeres capacitados para conformar dos Guardias Indígenas: la Ambiental y la Territorial.

Ninguna razón justifica la bala que dispara el hombre, la bala no tiene un blanco fijo, con armas no se construye paz, no hay tranquilidad. Es agotador el diario vivir de nuestras comunidades, el pescado escasea, y ya ni se nos permite cazar por quienes piensan con fusiles en los ojos.Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó (2012)



Información General


El Municipio de Chigorodó, departamento de Antioquia, forma parte de la Región Pacífica, también conocida como el Chocó Biogeográfico Colombiano, que se caracteriza por sus abundantes ríos, su riqueza mineral y forestal. En esta región el 75% de los habitantes son afrodescendientes o indígenas.
Los Pueblos Indígenas Emberá, Tule y Senú se nuclean en laOrganización Indígena de Antioquia (OIA), que los representa políticamente.
La OIA estima que en la región habitan más de 22.000 indígenas de ese Pueblo, perteneciendo a tres grandes grupos: Emberá Eyábida y Katío, Emberá Chamí y Emberá Dóbida.
En el municipio de Chigorodó se asientan dos resguardos indígenas: Polines y Yaberaradó, los cuales suman alrededor de 17.000 has. En ellos se asientan 4 comunidades Emberá Eyábida (Polines, Chigorodocito, Guapà y Saundó) y 1 comunidad Embera Chamí (Dojura). El total de habitantes en estas comunidades se aproxima a las 2.000 personas


Mapa de los Resguardos Indígenas de Chigorodó


Los dos resguardos son representados política y socialmente por el Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó, institución que ejerce funciones administrativas, económicas, legislativas y jurisdiccionales, y que forma parte de la Asociación de Cabildos Indígenas de Antioquia OIA.

La puesta en valor del recurso forestal en Chigorodó

El "proyecto forestal" de los Embera en Chigorodó es uno de los ejemplos más interesantes de la búsqueda de un Pueblo Indígena para hacer que su bosque de lugar a una actividad productiva sostenible, después de décadas de explotación maderera, de un verdadero saqueo, que había terminado empobreciéndolo de sus mejores especies.                    
El Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó ha tenido sucesivos proyectos, la mayoría con apoyo de organizaciones internacionales, en la búsqueda de alternativas económicas y productivas para su territorio.                   
Un primer proyecto de desarrollo rural (Programa Abibe) con apoyo de la Unión Europea, había mostrado las limitaciones de hacer agricultura y ganadería en un territorio con fuertes pendientes, suelos pobres y una altísima pluviosidad (2500 a 3500 mm), lo que hacía de Chigorodó un área ecológicamente frágil y aconsejaba más bien un manejo cuidadoso de la cuenca y la conservación de la vegetación nativa: así es como en el año 2000 los Emberá de Chigorodó comienzan a realizar el Manejo Forestal de su bosque como proyecto productivo.
Históricamente, como dijimos, Chigorodó había sido una zona de explotación maderera. A medida que esas especies iban escaseando, el precio de la madera se incrementaba y cada vez eran más los interesados en extraer madera: campesinos, colonos, los propios indígenas, con enormes conflictos entre ellos.
Los intentos de frenar esta situación siempre era resistida por los propios indígenas, por la falta de alternativas: “¿Y si no cortamos madera, que hacemos, de que vivimos?”, decían reiteradamente.
Así surge entonces la idea de hacer un manejo y aprovechamiento del bosque, con apoyo de varias organizaciones, USAID, WWF, entre otros. Sin embargo, la experiencia mostró ciertas limitaciones, especialmente económicas: quedaba poca madera de alto valor comercial en el bosque; era costoso sacar la madera por falta de vías de acceso; el mercado estaba dominado por intermediarios que pagaban poco.
Cuando el apoyo externo se termina, el Cabildo Mayor de Chigorodó descubre la posibilidad “de encontrar soluciones propias”, y de “empezar a vislumbrar los problemas reales”, en palabras de Gustavo Rojas, quien ha sido asesor forestal del Cabildo a lo largo de estos años, y se empieza a delinear un modelo propio de aprovechamiento forestal.
El Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó crea entonces su propio modelo de acompañamiento técnico y financiero (que luego será adoptada como política por la Corporación Regional, CORPOURABÁ), por el cual el Cabildo Mayor brinda la asistencia técnica a aquellas familias y comunidades que quieran hacer manejo y aprovechamiento del bosque y a través de un Fondo Rotatorio financia la actividad, recuperando lo prestado al momento de la comercialización.
Pero poco a poco se va abandonando el aprovechamiento de los bosques nativos, al ser una actividad poco rentable, y más bien se inicia el aprovechamiento de los árboles que están en las áreas bajo cultivos o en potreros.
Más adelante, en un nuevo cambio de escenario, el Cabildo de Chigorodó descubre el enorme potencial que tiene la reforestación, ya que el trabajo en los viveros y las plantaciones provee a las comunidades de puestos de trabajo. Claro que para ello se requieren inversores.
También cambia la mirada sobre la necesidad de que sea el propio Cabildo quien transforme y comercialice la madera: se dan cuenta de las limitaciones de tener aserradero propio, especialmente porque no tienen forma de garantizar el flujo de madera que requiere un aserradero. El Cabildo entonces se asocia a una empresa, Madescol, que tiene experiencia en procesos de transformación y mercadeo.
El Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó crea entonces su propio modelo de acompañamiento técnico y financiero (que luego será adoptada como política por la Corporación Regional, CORPOURABÁ), por el cual el Cabildo Mayor brinda la asistencia técnica a aquellas familias y comunidades que quieran hacer manejo y aprovechamiento del bosque y a través de un Fondo Rotatorio financia la actividad, recuperando lo prestado al momento de la comercialización.
Pero poco a poco se va abandonando el aprovechamiento de los bosques nativos, al ser una actividad poco rentable, y más bien se inicia el aprovechamiento de los árboles que están en las áreas bajo cultivos o en potreros.
Más adelante, en un nuevo cambio de escenario, el Cabildo de Chigorodó descubre el enorme potencial que tiene la reforestación, ya que el trabajo en los viveros y las plantaciones provee a las comunidades de puestos de trabajo. Claro que para ello se requieren inversores.
También cambia la mirada sobre la necesidad de que sea el propio Cabildo quien transforme y comercialice la madera: se dan cuenta de las limitaciones de tener aserradero propio, especialmente porque no tienen forma de garantizar el flujo de madera que requiere un aserradero. El Cabildo entonces se asocia a una empresa, Madescol, que tiene experiencia en procesos de transformación y mercadeo.

Actualmente, los Resguardos están enfocados en la Reforestación Comercial, habiendo identificado para ello 3.000 has de su territorio colectivo para ello.

La Guardia Indígena Ambiental y la Protección del Bosque

El Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó ha conformado una Guardia Indígena Ambiental. Se trata de un grupo de 12 jóvenes a quienes se les ha capacitado con todas las herramientas técnicas para hacer control y vigilancia en el territorio. Son “los ojos del Cabildo en el territorio” en materia ambiental, están entrenados para identificar y documentar las actividades ilegales, así como hacer censos, negociar madera y hacer los despachos.
Uno de los objetivos es prevenir y frenar la tala ilegal, y el establecimiento de cultivos ilícitos en el Resguardo de Chigorodó.



Por otra parte, ante las amenazas que plantea la presencia de grupos armados Paramilitares y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los Emberá han establecido más de 200 guardias indígenas tan solo en Chigorodó.
Desde finales del 2009, el Proyecto Bosques y Territorios de OXFAM - GB viene trabajando con un enfoque de protección territorial, apoyando la capacitación de las Guardias Indígenas. Estas guardias están conformadas por hombres y mujeres , que realizan recorridas por los territorios para vigilar el ingreso de colonos y grupos armados. Además, apoyan a las familias que son desplazadas en forma forzosa por los grupos armados. Se han establecido procesos de diálogo con los actores armados para que no agredan a los indígenas. Uno de sus resultados más importantes es la reducción del número de víctimas indígenas.



Así lo relatan los protagonistas:

“Ahora estamos diciendo que ese territorio hay que controlar, tenemos la guardia para que vigile visite haga recorridos. Y los campesinos de mucho tiempo viven allí adentro de resguardo y nosotros bueno “ahí está”, pero no sabíamos qué problema nos están afectando, pero ahora sabemos que campesino tumba bosque, daña ríos, siembra cultivo ilícito. Pero ahora sabemos que eso afecta los territorios, antes pensábamos que eso era normal”.
Dario Carupia, Gobernador Mayor de Chigorodó
“Sí se han logrado salvar vidas, cuando se amenaza, el Cabildo Mayor pide apoyo a los cabildos locales y mujeres, se elige un vocero y se habla. A uno le tiemblan los pies por hacer esto. Hay personas que están con grupos armados, y lo que hacemos es buscar traer a esas personas. Cuando aparece un listado de líderes por parte de alguno de esos grupos, hay que hacerle frente”.
Mario Bailarín, Cabildo Mayor de Chigorodó

Somos un Bosque Vivo: un proceso estratégico de comunicación

El Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó, desde el año 2009 construye y fortalece su Área de Comunicaciones a partir de la estrategia SOMOS UN BOSQUE VIVO; cuyo objetivo general es fortalecer la gobernabilidad y la cultura propia a través de mejores flujos de información y medios de comunicación entre los Cabildos Mayores, Locales y comunidades indígenas, así como con instituciones públicas y privadas y la población no indígena local, regional, nacional e internacional.
En este proceso desde el 2011 se viene ejecutando el proyecto Sistema de Comunicaciones Indígenas del Urabá Sur (SICIUS), en el que se han formado líderes capaces de crear contenidos, manejar medios de comunicación y participar de procesos organizativos con los gobiernos y comunidades indígenas, y con las instituciones y personas no indígenas.
Estos líderes conforman un equipo de comunicadores comunitarios, como base fundamental de la estrategia cuya misión es coordinar la implementación de la estrategia de comunicaciones desde un proceso permanente de formación como gestores de la comunicación voz a voz en las comunidades y con los Cabildos Locales y Mayores. Actualmente la estrategia "Somos un Bosque Vivo", se divide en las siguientes líneas de acción:

El Boletín Informativo Dayî Drua (Nuestra Tierra) es de edición cuatrimestral, y su objetivo es: Informar los procesos, avances, acciones y proyectos de los Cabildos Mayores Indígenas de Chigorodó y Mutatá y sus impactos en las comunidades.

“Oi Bedea” (La Voz del Bosque) es la serie radial del Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó. Contiene una sección en lengua castellana y otra en lengua indígena Emberá, y se emite por la emisora Banana Estéreo.





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